martes, 21 de abril de 2009

El trabajo de las mellizas Fusari en Mendoza





Al finalizar los cursos de verano el Estudio de Danza Contemporánea de Lucía y Valentina Fusari, armó una muestra de los trabajos que hicimos en ese marco, dirigidos por Valen.

Muchos alumnos presentamos nuestras humildes creaciones, actuamos el 5 de abril en el Teatro Quintanilla, de Mendoza.

Mi visión//

La experiencia es muy linda porque se cierran procesos internos al componer, es como bajar una sensación muy fuerte, algo que te define como persona... y que nace como movimiento, ritmo, pulso, como contenido escénico. Para mí, aunque no es la 1º vez que presento un trabajo en este contexto, fue muy importante, fue renovar pactos íntimos con mi danza que está resurgiendo... permanentemente incorporando cosas y fluyendo. Yo sin querer controlar, y aunque quisiera presiento que sería totalmente imposible.

Ya casi sin pensar en qué bailo, cómo o por qué, decidí viajar hasta lo más profundo que pudiera llegar...no lo logré, pero fue importante percibir las limitaciones, la mente.

El trabajo coreográfico que me asignaron mutó, crisis de por medio (me divorcié de mis otras dos compañeras, asunto de fuerza mayor) hasta resolverse de la mejor manera: bailando. Un solo.

Decidí hacer algo diferente, lo que pasa es que hace muchos años que bailo cerca de las chicas y siento que adopté todos los gestos y los domestiqué para poder adaptarlos a mí...y sentir que me acerco a lo que tantos años llevo admirando.

Y está bueno después de un tiempo sacarse de encima las formas y poder volar, vibrar resurgir...en un cielo propio.

Deformar, hasta la desintegración, y en ese tema a mí la DANZA AFRO me ha despertado. LLegué al AFRO porque amo el Hip Hop como cultura, no solamente la danza, sino sus 4 elementos. Y escucho mucho HH todo el día.

Al comienzo de mi trabajo para la muestra trabajé con LA MALA RODRÍGUEZ, seleccioné un tema que me parece fabuloso por lo que dice, porque la Mala es fabulosa y me identifica muchísimo, se llama Memorias del Futuro. Después voy a mandar unos links así pueden escucharlo.

Bien, los movimientos fueron saliendo de esa canción y ese sentimiento hip hopero y femenino, ultra independiente, sin feminismo. Eso sí.

Luego decidí cambiar la música, porque el trabajo se iba lejos y tenía más que ver con la canción que con las pautas iniciales, objetivo final de los cursos.

Entonces escogí un tema de Budha Bar, una fusión re interesante de música africana (bellos tambores) contemporánea - electrónica (no me gusta para nada la música electrónica, aunque en este tema no me molestó) y un toque hindú muy dulce, que me va muy bien porque bailo algo de Odissi, y los mudras, por ejemplo, forman parte de mi corporalidad cotidiana.

Siento que cumplí con mi objetivo... por suerte y por desgracia me quedé conforme pero realmente volvería sobre cada movimiento a pulir e investigar. Es un camino sin retorno, así es que continúa mi caminata... por paisajes nuevos y ancestrales y conocidos.
Pronto postearé fotos, videos, comentarios sobre las próximas cosas de danza que cruzan por este camino que me tocó a mí.

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